En abril de 2021, se difundió el rumor de que Gustavo Aníbal Giraldo Quinchía, conocido en la guerra como ‘Pablito’, había muerto en Cuba.
Sin embargo, el ELN desmintió esta información y ratificó a Giraldo como su tercer comandante. Su ausencia prolongada en eventos clave mantuvo las dudas sobre su estado.
Recientemente, una fotografía del sexto congreso nacional del ELN, difundida por el grupo guerrillero, confirmó su reaparición, vistiendo camuflado y portando un arma junto a otros líderes guerrilleros.
La importancia de ‘Pablito’ radica en su rol como comandante militar del ELN, influyendo significativamente en el proceso de paz. Gerson Arias, investigador de la Fundación Ideas para la Paz, destaca que ‘Pablito’ cree que no hay condiciones para acordar un fin del conflicto, especialmente en la región oriental de Colombia, donde el ELN concentra gran parte de su actividad militar.
Giraldo, oriundo de la región del Sarare, se unió al ELN en la década de 1980, escalando posiciones hasta convertirse en un líder influyente. En 2015, se integró al Comando Central del ELN, y aunque ha mantenido una actitud crítica frente a las negociaciones de paz, participó en los diálogos en Cuba en 2018.
No obstante, regresó a Colombia para continuar la expansión del Frente de Guerra Oriental, una de las estructuras más poderosas del ELN. Su regreso y su influencia siguen siendo factores determinantes en el proceso de paz.
El reciente congreso del ELN reafirmó la importancia de ‘Pablito’ dentro del grupo guerrillero, siendo ratificado como uno de los tres primeros comandantes del Comando Central. A pesar de sus críticas al proceso de paz, el congreso concluyó con un amplio consenso sobre la voluntad de continuar las negociaciones.