En Medellín, una investigación de la Fiscalía General de la Nación ha revelado una red criminal que sobornaba a militares para obtener información de inteligencia militar en beneficio del Clan del Golfo.
Según las autoridades, cinco personas fueron judicializadas, entre ellas un cabo en servicio activo y un exmilitar, acusados de integrar esta red. Los implicados habrían recibido pagos a cambio de proporcionar datos sobre operativos en regiones como el Magdalena Medio y el Sur de Bolívar, lo que facilitaría las actividades ilícitas de esta organización criminal.
Teresa Jaramillo Giraldo, alias la Tía, es señalada como la articuladora de esta red, cuyo objetivo era suministrar información a José Miguel Demoya Hernández, alias Chirimoya, cabecilla de la subestructura Arístides Mesa Páez del Clan del Golfo.
Según la investigación, un alto oficial del Ejército habría aceptado 51 millones de pesos a cambio de entregar información reservada. Los hechos se habrían desarrollado entre octubre de 2024 y enero de 2025, y las pruebas incluyen transferencias de dinero y reuniones en lugares públicos de Medellín, como un restaurante en Laureles y un casino.
Entre los detenidos se encuentran Luis Fernando Zapata Jaramillo, hijo de la Tía; el cabo primero Juan David Caicedo Lucumí; el cantante y exmilitar Mauricio Capiz; y Daniel Henao Hernández. A todos se les imputaron cargos por concierto para delinquir agravado y cohecho, aunque ninguno aceptó los cargos.
Este caso evidencia la infiltración de grupos criminales en las fuerzas militares y plantea serios desafíos para la seguridad nacional. Las autoridades continúan ofreciendo una recompensa de 923 millones de pesos por la captura de Chirimoya, uno de los cabecillas más buscados en la región.