En un esfuerzo conjunto, Airbnb y la alcaldía de Medellín han establecido una serie de iniciativas para combatir la explotación sexual en la ciudad.
Este acuerdo incluye campañas de educación para anfitriones, un canal de asistencia para que vecinos puedan denunciar situaciones sospechosas, y la formación en colaboración con las autoridades policiales. La colaboración se centra en prevenir y sancionar este delito, que ha mostrado un incremento preocupante en la región.
Este movimiento surge tras un incidente grave en marzo, cuando Timothy Alan Livingston, un estadounidense de 36 años, fue sorprendido con dos menores en un inmueble rentado a través de Airbnb.
Aunque Livingston logró evadir a las autoridades, el caso llevó a la eliminación del Hotel Gotham, el lugar de los hechos, de la lista de alojamientos disponibles en la plataforma. Este evento puso en evidencia la necesidad de una acción coordinada para frenar la explotación sexual en las rentas de corto plazo.
Para abordar este problema de manera efectiva, Airbnb ha implementado políticas estrictas y ha firmado acuerdos con diversas organizaciones y autoridades. Entre estas acciones, destaca la firma de The Code, un conjunto de directrices globales para combatir la explotación sexual y la trata de personas en el sector turístico.
Además, se han llevado a cabo talleres de formación en Medellín, con la participación de 70 anfitriones y el apoyo de organizaciones como Renacer, Polaris e ICMEC.
Airbnb ha desarrollado herramientas tecnológicas y canales de denuncia para facilitar la colaboración con las autoridades y la comunidad. La plataforma también ha implementado un sistema de calidad para los anfitriones, que incluye políticas explícitas contra la explotación sexual. .