En una respuesta directa y contundente a la nueva escalada arancelaria del gobierno de Donald Trump, China dejó claro que no cederá ante la presión.
El portavoz del gobierno chino, Lin Jian, afirmó que “las exportaciones estadounidenses a China ya son comercialmente inviables con los niveles arancelarios actuales” y que cualquier nuevo aumento será “simplemente ignorado”.
Con esta declaración, Beijing reafirma su postura frente a lo que considera una política económica errática y sin fundamento.
Las medidas unilaterales de Estados Unidos, que buscan castigar a la industria china, han tenido el efecto contrario: están aislando a los productos estadounidenses del mercado asiático, uno de los más importantes del mundo.
Mientras Washington insiste en subir tarifas, China mantiene su estrategia de diversificación comercial, fortaleciendo alianzas con países de América Latina, África y Asia.
La firmeza del gobierno chino deja claro que, en esta guerra comercial, no está dispuesto a ceder ni a ser intimidado.