Cuatro futbolistas de la selección femenina argentina han renunciado en cadena debido a las malas condiciones que enfrentan en el equipo nacional.
Las jugadoras Lorena Benítez, Julieta Cruz, Eliana Stábile y Laurina Oliveros, todas integrantes del plantel que participó en el Mundial Nueva Zelanda-Australia 2023, tomaron esta decisión como respuesta a las injusticias y humillaciones
Comenta que sufren bajo la gestión de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). “Llega un punto en que te cansan las injusticias y ser humillada”, afirmó Julieta Cruz, una de las renunciantes.
Lorena Benítez, otra de las jugadoras que decidió dar un paso al costado, expresó su frustración a través de las redes sociales, señalando que la AFA no les proporcionó desayuno ni almuerzo en los entrenamientos recientes.
“Fue una decisión personal, por varios motivos tristísimos que vengo viviendo con la selección”, posteó Benítez, detallando que solo les dieron un sándwich de jamón y queso y una banana. Además, denunció que no recibirán los viáticos habituales por los partidos de la fecha FIFA y que a sus familias se les cobrará la entrada al estadio.
El entrenador del equipo, Germán Portanova, intentó mostrarse conciliador ante esta situación, destacando que entiende la tristeza de las jugadoras y respeta su decisión, pero también señaló que cree que el camino para mejorar es a través del diálogo.
Sin embargo, la renuncia de estas cuatro jugadoras resalta la brecha existente entre las condiciones del fútbol femenino y masculino en Argentina, a pesar de los recientes avances en la profesionalización del deporte.
El caso de las futbolistas argentinas resuena en un contexto internacional donde las jugadoras luchan por la equidad y mejores condiciones.
Mientras en Costa Rica se firmó recientemente un acuerdo que garantiza igualdad en premios y viáticos para las selecciones masculinas y femeninas, el fútbol femenino argentino aún enfrenta muchos desafíos.
La decisión de Benítez, Cruz, Stábile y Oliveros refleja una protesta en busca de dignidad y respeto dentro de un ámbito deportivo que aún tiene mucho por mejorar.