Lejos de derrotar a la ultraderecha en Francia, la peligrosa estrategia de Macron le ha abierto una oportunidad para cogobernar
En cada una de sus decisiones, como apoyar el proyecto de ley que endureció el trato a los migrantes el pasado diciembre, Macron terminó por entregarle una victoria ideológica a la extrema derecha de Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés). El pasado domingo, esto parece haber dado frutos.
Le Pen y la ultraderecha celebraron su victoria en la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas, convocadas anticipadamente por Macron en un intento fallido de frenar el ascenso de RN tras su éxito en las elecciones europeas. RN obtuvo más del 33 % de los votos, superando a la coalición oficialista Juntos (que incluye Renacimiento de Macron), que logró el 20 %, y al Nuevo Frente Popular de izquierda, que consiguió el 28 %.
La decisión de Macron de disolver la Asamblea Nacional y adelantar las elecciones parece ser una de las decisiones más insensatos en la historia reciente de Francia. Los analistas sugieren que Macron actuó con arrogancia, confiando erróneamente en que el temor al extremismo consolidaría su posición.
Para otros la estrategia de Macron pudo entenderse como un intento de desgastar a la ultraderecha en los próximos años. Al dejar que la RN asuma más responsabilidades, Macron consideraría limitar su margen de acción desde la presidencia y debilitar su ímpetu para las elecciones de 2027. Peligrosa estrategia que ha envalentonado a RN y sus electores, generando reacciones racistas y xenófobas.
La segunda vuelta de las elecciones, que se celebrará el 7 de julio, será crucial para determinar si RN obtiene la mayoría absoluta y si la nueva estrategia de coalición entre el oficialismo y la izquierda logra mitigar los efectos de la arriesgada maniobra de Macron. Por ahora, el panorama político francés se encuentra en una encrucijada, con lecciones importantes sobre la lucha contra el ascenso de la ultraderecha.
Redacta: @hypatie1966
