Fiscalía interviene en laboratorio tras muerte de 47 Monos

La Fiscalía de Colombia investiga laboratorio acusado de maltrato animal

La Fiscalía de Colombia ha iniciado una investigación en contra del laboratorio de Manuel Elkin Patarroyo, en respuesta a una denuncia de PETA, donde se acusa a la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (FIDIC) de maltrato animal y negligencia.

Entre marzo de 2021 y mayo de 2022, se reportó la muerte de 47 monos, muchos de ellos de una especie en peligro de extinción, debido a condiciones deplorables y experimentos biomédicos sin autorización. PETA obtuvo documentos que evidencian la negligencia de las autoridades ambientales regionales que permitieron estas atrocidades, señalando una falta de supervisión y cumplimiento de regulaciones clave para el bienestar animal.

Este no es un caso aislado, ya que PETA también expuso previamente al Centro de Investigación Científica Caucaseco por prácticas similares. En Caucaseco, la investigación de PETA llevó al rescate de los animales y la imputación de cargos por delitos ambientales. Los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. dejaron de financiar este laboratorio tras las denuncias.

Los experimentos en estos laboratorios, que han resultado en sufrimiento y muerte para miles de monos, han sido ampliamente cuestionados por su falta de resultados significativos. Las condiciones deplorables documentadas incluyen jaulas oxidadas, falta de atención veterinaria y confinamiento en bolsas plásticas.

La situación se agrava con la hipocresía de Colombia, que se postula como un líder en biodiversidad mientras permite la experimentación cruel con animales en peligro. Colombia será la sede de la principal conferencia de las Naciones Unidas sobre biodiversidad, la COP16, lo que pone al país bajo el escrutinio internacional.

Los críticos argumentan que para ser coherente con su imagen de defensor de la vida silvestre, el gobierno colombiano debe tomar medidas más firmes para proteger a los animales y garantizar que sus prácticas reflejen sus compromisos internacionales. Esta disonancia entre la retórica y la realidad plantea serias dudas sobre la autenticidad del compromiso del país con la protección de la biodiversidad.

Además, la investigación reveló que los experimentos en FIDIC han sido un fracaso total, sin avances significativos en el desarrollo de una vacuna contra la malaria, el objetivo original del laboratorio. Mientras tanto, los monos han sufrido muertes dolorosas por sepsis, tétanos, broncoaspiración, ataques cardíacos, canibalismo y estrés por calor.

En muchos casos, no se realizaron autopsias para determinar las causas de muerte, y la mayoría de los empleados del laboratorio no estaban presentes cuando los animales fallecieron. Este patrón de negligencia y maltrato resalta la urgente necesidad de una reforma en las prácticas de investigación y el tratamiento de animales en Colombia.

Es fundamental que Colombia fortalezca sus mecanismos institucionales para proteger a la fauna silvestre y prohíba el secuestro de monos para experimentos biomédicos cuestionables. La comunidad internacional y las organizaciones de derechos de los animales instan al gobierno colombiano a tomar medidas inmediatas y efectivas para evitar más tragedias y cumplir con sus promesas ambientales.

Solo a través de acciones concretas y una verdadera aplicación de las leyes de bienestar animal podrá Colombia restaurar su credibilidad como líder en biodiversidad y protección del medio ambiente.

Evidencia fotográfica obtenida por PETA

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