En un movimiento sin precedentes, España, Irlanda y Noruega han anunciado su decisión de reconocer a Palestina como un Estado soberano.
Esta medida, que entrará en vigor el próximo 28 de mayo, ha sido calificada como un «día histórico e importante» por el primer ministro irlandés, Simon Harris. Lamentablemente, esta acción ha provocado la reacción airada de Israel, quien ha llamado a consultas a sus embajadores en los tres países involucrados.
El reconocimiento de Palestina como Estado por parte de estos países europeos representa un paso importante hacia la consecución de una «paz permanente» en la región.
No obstante, es necesario condenar enérgicamente a las inhumanas de los colonos israelíes, quienes continúan expandiendo acciones ilegalmente sus asentamientos en territorios palestinos, violando los derechos humanos y perpetuando un conflicto que ha causado demasiado sufrimiento a ambos pueblos.
Es crucial que la comunidad internacional condene firmemente estas prácticas coloniales y exija a Israel el cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas y el respeto del derecho internacional.
Solo mediante el diálogo, la negociación y el compromiso con la justicia y la igualdad de derechos se podrá alcanzar una solución duradera y pacífica al conflicto palestino-israelí.