En Bolivia, la tensión se intensifica tras el intento de golpe de estado denunciado por el presidente Luis Arce y el expresidente Evo Morales.
Civiles han salido a las calles de La Paz y otras ciudades, enfrentándose a las fuerzas militares en un esfuerzo por defender la democracia.
Las manifestaciones, convocadas por líderes políticos, han derivado en violentos choques con las unidades del Ejército que han desplegado tanquetas y fuerzas antimotines.
Los enfrentamientos han dejado varios heridos y un clima de alta incertidumbre en el país.
Los civiles, armados con sus manos y consigas a favor de la democracia, se oponen al uso de la fuerza militar para tomar el poder.
El gobierno ha declarado un paro general indefinido y ha llamado a la comunidad internacional a intervenir para evitar una escalada mayor del conflicto.