El lado escuro de los juegos Olímpicos 2024 en Francia

Entre el 26 de julio y el 11 de agosto París se convierte en la capital mundial del deporte, pero el descontento aumenta

Alojamiento para el personal

La capital francesa y su región considerando dificultades para encontrar plazas suficientes para alojar a todos los atletas, colaboradores, policías y voluntarios movilizados para los Juegos Olímpicos 2024, decidió desalojar a alrededor de 3000 estudiantes durante las semanas que dura el evento. La organización de viviendas estudiantiles de París (Crous) obligó a los estudiantes a mudarse, a cambio recibieron 100 euros y dos entradas para la competición olímpica.

Lo que ha quedado en evidencia es la precariedad y falta de mantenimiento de estas viviendas. Las asociaciones estudiantiles venían reclamando que el Crous no realizaba las mejoras y adecuaciones en estas viviendas y los edificios, sin lograr respuesta de las autoridades.

Ahora en redes se puede ver videos en que los policías alojados en estas viviendas mostraban las cucarachas y el desgaste de estos espacios; por ello se ha decidido trasladarlos a otros lugares.

Desplazamiento de personas discapacitadas

Los organizadores han asegurado trabajar mucho para facilitar los desplazamientos de los 300.000 espectadores discapacitados que asistirán al evento, pero algunas asociaciones desconfían.

Se ha dado prioridad a los transportes que llegan a las sedes deportivas, aunque admiten las «limitaciones» que tiene la red de metro de París, centenaria y que no permite o facilita la accesibilidad; sin contar las ampliaciones de las líneas, solo el 3% de las estaciones de metro son accesibles.

La solución temporal para algunas zonas es un plan de 150 autocares que llegarán a ocho estaciones parisinas y que ofrecerán a las personas en silla de rueda la posibilidad de dejarles «lo más cerca posible de las sedes», dicen los organizadores.

Se han habilitado espacios para estacionar y dejar espectadores «lo más cerca posible de la entrada de las sedes», a vehículos que transporten a personas discapacitadas, quienes tendrán también accesos más fluidos para evitar filas. Lo anterior se considera insuficiente por quienes trabajan con organizaciones para personas con discapacidad.

Limpieza social

Durante las últimas semanas la policía ha desmantelado los campamentos de inmigrantes y exiliados ubicados en las afueras de París. Para las organizaciones civiles y humanitarias esta es una nueva prueba de limpieza social, que busca ocultar una realidad de la ciudad y del país. Lo peor es que estas personas, se encontraran desprotegidas en las calles de la ciudad

La ciudad enfrenta duras críticas por parte de más de 80 ONG que acusan al gobierno francés de realizar una «limpieza social». Estas organizaciones denuncian que personas en situación de calle, principalmente inmigrantes, están siendo desalojadas de sus campamentos ilegales y trasladadas a refugios temporales. La administración de Emmanuel Macron ha negado cualquier vínculo entre estas acciones y el evento deportivo, asegurando que se trata de un «programa voluntario» para aliviar la escasez de viviendas de emergencia en la capital.

Recientemente, varios desalojos en el noreste de París han intensificado la polémica. El martes, más de 200 personas fueron removidas de sus asentamientos a lo largo del canal del Ourcq. Las autoridades ofrecieron opciones de traslado a refugios o viajes a otras ciudades, pero muchos desalojados, como el sudanés Hassem, se muestran escépticos y prefieren no aceptar estas alternativas temporales.

Las ONG continúan señalando que las medidas tomadas buscan presentar una imagen «estéril» de París durante los Juegos Olímpicos, ocultando la realidad de la miseria y el desplazamiento de sus habitantes más vulnerables.

Para las organizaciones civiles y humanitarias esta es una nueva prueba de limpieza social, que busca ocultar una realidad de la ciudad y del país. Lo peor es que estas personas, se encontraran desprotegidas en las calles de la ciudad

Seguridad y desplazamiento por la ciudad

Se han establecido perímetros de seguridad en los lugares clave de los Juegos Olímpicos, lo que ha llevado al cierre de estaciones de metro y restricciones de tráfico para peatones y vehículos motorizados. Dependiendo del día y la hora, la capital ha sido dividida en zonas negras, grises, rojas y azules.

Para dar luces sobre este tema el Gobierno ha creado una plataforma dedicada a informar quién está autorizado a movilizarse y a dónde. Los turistas recibieron la advertencia que no se podrá presenciar gratuitamente algunos eventos desde las riberas del río Sena por cuestiones de seguridad.

Esto también ha creado dificultades para los residentes, especialmente los adultos mayores y las personas con discapacidad, que necesitan ayuda y asistencia médica y de cuidados, ya que las restricciones a los accesos dificultan y entorpecen estos servicios.

Finalmente, a esto se suma lo que suele ser habitual en este tipo de eventos, el incremento de los costos de hoteles y alojamientos privados (se esperan alrededor de 500.000 turistas); las dificultades para los comercios y restaurantes, ya que las restricciones de acceso los perjudica; pero, sin lugar a duda los más descontentos son los residentes parisinos, que consideran no se ha realizado una planificación adecuada.

Aquí puedes ver algunos registros audiovisuales: