América Latina y el Caribe se han destacado en el panorama energético mundial al generar el 62% de su electricidad a partir de fuentes renovables en 2023, más del doble del promedio global.
Este logro, según el quinto informe Global Electricity Review de Ember, se sustenta principalmente en las hidroeléctricas, que representan el 43% de la generación, seguidas de la eólica y la solar, con un 8% y un 6% respectivamente. Aunque este progreso es alentador, existen disparidades significativas entre los países de la región.
En países como Chile y Brasil, el impulso hacia la energía solar y eólica ha sido notable, posicionándolos como líderes en la transición energética. Brasil, en particular, ha experimentado un crecimiento significativo en la generación eólica y solar, pasando del 3,7% al 13% y del 0,01% al 7,3% respectivamente entre 2015 y 2023.
Este éxito se atribuye a políticas como el Programa de Incentivo a Fuentes Alternativas de Energía, que ha estimulado la inversión y el desarrollo en el sector de las renovables.
Por otro lado, países como Ecuador, Colombia, Guatemala y Perú han quedado rezagados en esta transición, con porcentajes de generación renovable mucho menores.
Colombia, por ejemplo, apenas alcanza el 1,4% en energías eólica y solar, señalando la necesidad de políticas más efectivas para fomentar su desarrollo.
Además, el informe destaca la importancia de evitar el aumento en la generación de electricidad con carbón, como ha sucedido en México, y enfatiza la urgencia de seguir invirtiendo en energías limpias para evitar dependencias futuras y contribuir a la mitigación del cambio climático.
En resumen, América Latina y el Caribe han demostrado un compromiso notable con la transición hacia la sostenibilidad energética, liderando en la generación de electricidad a partir de fuentes renovables.
Sin embargo, es crucial que todos los países de la región redoblen sus esfuerzos y adopten políticas efectivas para garantizar un futuro energético más limpio y resiliente.