Alex Flórez entre la impunidad y el intento de limpiar su imagen.

El senador Alex Flórez, conocido por diversas polémicas, reapareció en un video junto a su expareja, Johanna Peláez, en medio de la investigación que enfrenta en la Corte Suprema por presunta violencia intrafamiliar.

El caso se remonta a 2021, cuando un informe médico registró una supuesta agresión contra Peláez tras una discusión en la que Flórez, le habría pedido abortar y ella se negó.

El 9 de marzo de 2022, la columnista Ana Cristina Restrepo publicó “Las flores de Álex”, un artículo en el que abordó el supuesto delito y presentó documentos que evidenciarían un episodio de violencia intrafamiliar.

Citando fragmentos de un informe médico y otras fuentes, Restrepo detalló que el 18 de febrero de 2021, Johanna Peláez informó a su EPS que había sido agredida físicamente por su pareja en ese momento, el entonces concejal Alex Flórez.

El hecho habría ocurrido a las 10:00 de la mañana, después de una discusión dentro de un automóvil -camioneta oficial asignada a Flórez por el Concejo- en las afueras de un laboratorio donde Peláez se realizó una prueba de embarazo que confirmó que tenía ocho semanas de gestación.

La investigación contra Flórez comenzó en 2024, él ahora denuncia que la justicia ha ignorado el testimonio de Peláez, quien ha desmentido las acusaciones y sostiene que se han utilizado con fines políticos. Además, el senador acusa a los medios de sensacionalismo y de realizar una campaña de persecución en su contra.

En un video de cinco minutos, Johanna Peláez reiteró que las denuncias contra su expareja son parte de un intento por destruir su carrera política. También afirmó haber sido víctima de acoso junto a su hijo y acusó a medios, autoridades y delincuentes de vulnerar su seguridad.

La columnista Ana Cristina Restrepo ratificó sus denuncias de 2022, asegurando que su investigación se basó en fuentes cercanas y pruebas que respaldan las acusaciones contra Flórez.

Este caso evidencia la vulnerabilidad de las mujeres ante la violencia de sus parejas, el entendimiento de que la violencia de género no puede prescribir y la lentitud de los entes judiciales para actuar con celeridad frente a estos hechos.