En Teusaquillo, Bogotá, la historia de Carraman, un perrito que quedó solo tras la muerte de su dueño Chepe, inspiró solidaridad comunitaria y unió corazones hasta su triste despedida.
Chepe era un habitante de calle muy conocido en la zona, siempre acompañado de su fiel perrito Carraman. La dupla era inseparable y querida por todos los vecinos. Desafortunadamente, Chepe falleció debido a problemas de salud, dejando a Carraman solo y desamparado en las calles.
La comunidad de Teusaquillo se unió rápidamente para ayudar a Carraman. Varias personas se convirtieron en sus «madrinas» y lograron encontrarle un lugar seguro donde vivir sus últimos años con dignidad.
Carraman recibió atención médica, baños y alimento, convirtiéndose en una especie de celebridad local, incluso llegando a aparecer en El Espectador. Los vecinos se turnaban para pasearlo y asegurarse de que no le faltara nada, lo que fortaleció aún más los lazos comunitarios.
Lamentablemente, la salud de Carraman comenzó a deteriorarse hace unas semanas. A su avanzada edad, varios de sus órganos empezaron a fallar, y su pronóstico no era alentador. Tras una difícil consulta con el veterinario, las madrinas de Carraman tuvieron que tomar la dolorosa decisión de despedirse de él para evitarle más sufrimiento.
