La reciente muerte de una médica residente de cirugía de la Universidad Pontificia Javeriana en Bogotá ha generado una ola de denuncias sobre el maltrato a los residentes en programas médicos.
La Asociación Nacional de Internos y Residentes (ANIR) hizo pública esta tragedia a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter), señalando que la joven habría acabado con su vida debido a las condiciones abusivas a las que estaba sometida durante su formación.
Este caso pone en evidencia una problemática que parece ser recurrente en el ámbito de la educación médica en Colombia.
Se ha denunciado que el maltrato a los médicos residentes es una constante en muchos centros médicos, donde estos profesionales, en proceso de aprendizaje, enfrentan humillaciones y explotación por parte de sus superiores.
En el programa de cirugía general de la Universidad Javeriana, ya se habían presentado renuncias de cinco residentes en los últimos años, quienes, según informes, también denunciaron estas condiciones adversas. La situación es tan grave que un residente que investigaba el tema para su tesis de bioética fue silenciado.
Ante esta alarmante situación, ANIR ha hecho un llamado a las instituciones educativas y a los centros médicos para que tomen medidas urgentes. Han solicitado la creación de un entorno más humano y respetuoso para los residentes, destacando que la mejor manera de honrar a la fallecida y a otros afectados es eliminar a los responsables de estos abusos.
Además, han instado a los decanos de las facultades de salud de Bogotá a iniciar un diálogo para implementar medidas preventivas y de apoyo en salud mental.
La organización también ha resaltado la necesidad de una investigación profunda para esclarecer las causas de la muerte de la residente y revisar la cultura de las residencias médicas.
En su comunicado, ANIR expresó preocupación por el deterioro de la salud mental de los residentes y la falta de medidas de bienestar y acompañamiento. La implementación de mecanismos de detección temprana de riesgos y de intervención adecuada es esencial para prevenir desenlaces trágicos como el ocurrido.
