Un viento de esperanza se expande en Europa desde Francia. Apelando a un moderado pragmatismo y poniendo en juego sus capacidades de organización, los partidos de izquierda lograron movilizar a un electorado que logro contener, temporalmente, a la derecha lepenista.
La súbita decisión del presidente Macron de disolver la Asamblea, después de los resultados electorales en el Parlamento Europeo, produjo un rápido reordenamiento de sectores de la izquierda que, estratégicamente, dejaron de lado sus diferencias.
Si bien los resultados no dan ganadores absolutos, dejan al Nuevo Frente Popular (NFP) como el grupo político mayoritario, a los macronistas de Ensemble en segundo lugar y a Renovación Nacional en tercer lugar.
Uno de los principales líderes del NFP, Jean-Luc Melenchon expreso la noche del triunfo la exigencia de una cohabitación entre el gobierno y el grupo mayoritario de la Asamblea.
Con una plataforma que tiene como sus principales propuestas el incremento del salario mínimo, reversar el aumento de la edad de jubilación y, en el plano internacional, el reconocimiento y apoyo a Palestina, los Nuevos Populares exigen a Macron el nombramiento de un Primer Ministro de esta coalición.
Hay que advertir que esta vez el bloqueo a la ultraderecha de RN funcionó, pero también quedo en evidencia su avance en el número de elegidos.
La responsabilidad de las izquierdas es grande para evitar que lleguen a gobernar en las elecciones presidenciales de 2027.
Redacta: @hypatie1966