Un ataque israelí en el campo de refugiados de Rafah, en la Franja de Gaza, ha dejado decenas de muertos y heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza.
Se estima que al menos 45 personas, incluidas mujeres y niños, perdieron la vida en el bombardeo que provocó grandes incendios en la zona. El ejército israelí confirmó haber llevado a cabo un ataque aéreo contra un complejo de Hamás en esa área, reconociendo daños colaterales a civiles.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, el ataque impactó en un campamento de refugiados ocupado por palestinos desplazados por la guerra, en una zona designada como de protección humanitaria y alejada de las operaciones militares recientes. Sin embargo, el Ejército israelí aseguró haber utilizado armas de precisión contra blancos legítimos.
El ataque se produce en medio de los esfuerzos de mediación para alcanzar un alto el fuego y un acuerdo de intercambio de rehenes en Gaza, lo que podría obstaculizar el proceso según Qatar.
Horas antes, Hamás había lanzado cohetes hacia Tel Aviv, aunque fueron interceptados. La ofensiva militar israelí en Rafah continúa a pesar de la orden de la Corte Internacional de Justicia de detenerla y los llamamientos de Estados Unidos para evitar castigos a civiles.
Varios países árabes han condenado el ataque mortífero y solicitaron una intervención internacional inmediata para detener los ataques israelíes contra Gaza.
Qatar calificó el ataque como una «grave violación del derecho internacional» que agravará la crisis humanitaria, mientras que Egipto instó a Israel a cumplir con sus obligaciones legales como potencia ocupante e implementar la orden de la Corte Internacional de Justicia.